ANGELITOS




¡Cuidado! ¡Casi tocaste ese auto de costado! Me gritó mi padre. "¿Es 
que no puedes hacer nada bien?"

Esas palabras me dolieron más que un golpe. Volví mi cabeza hacia el
 
anciano Juan Manuel sentado en el asiento junto a mí, desafiándome a
contestarle. Se me hizo un nudo en la garganta, y aparté los ojos. No
estaba preparada por otra pelea.

"Yo vi el auto, papá. Por favor, no me grites cuando manejo."
 

Mi voz fue medida y firme, que sonaba mucho más calmada de lo que
 realmente me sentía.

Mi padre me miró furioso, después volvió su cabeza y se mantuvo
 callado. En casa lo dejé enfrente del televisor y fui afuera para componer mis pensamientos. Había oscuras y pesadas nubes en el cielo, prometiendo una lluvia. Un trueno distante retumbó como si fuera el eco de mi agitación interna. ¿Qué puedo hacer con él?

Mi padre había sido leñador en el estado de Washington y en Oregon.
 Había disfrutado de vivir al aire libre y le gustaba medir su fuerza contra el poder de la naturaleza. Había entrado en agotadoras competiciones de leñadores, y a menudo ganaba. Los estantes de su casa
estaban llenos de trofeos que probaban su habilidad.

Pero los años pasaron implacables. La primera vez que no pudo levantar
 un pesado tronco, hizo una broma sobre eso; pero luego el mismo día lo vi afuera solo, tratando de levantarlo. Se volvió irritable cada vez que alguien le hacía bromas sobre estar envejeciendo, o cuando no podía hacer algo que hacía cuando era joven.

Cuatro días antes de cumplir sesenta y siete años, tuvo un ataque al
 corazón. Una ambulancia lo llevó al hospital mientras el paramédico le hacía resucitación para mantener la sangre y el oxígeno circulando.

En el hospital, lo llevaron corriendo al cuarto de operaciones. Tuvo
 suerte, sobrevivió. Pero algo en el interior de papá, murió. El gusto por la vida desapareció. Obstinadamente se negaba a seguir las órdenes del doctor. Las sugerencias y los ofrecimientos de ayuda eran rechazados con sarcasmo e insultos. El número de visitantes disminuyó, y finalmente cesaron. Papá quedó solo.

Mi esposo Dick y yo le pedimos que venga a vivir con nosotros a 
nuestra pequeña granja. Esperábamos que el aire libre y la atmósfera de granja le ayudaran a ajustar su vida.

Una semana después de venir, ya me arrepentí de la invitación. Nada le
 parecía satisfactorio. Criticaba todo lo que yo hacía. Me sentí frustrada y deprimida. Pronto me di cuenta que estaba desahogando mi rabia con Dick. Empezamos a discutir y pelear.

Alarmado, Dick buscó al pastor y le explicó la situación. El pastor
 nos dió citas de consejería para nosotros. Al final de cada sesión, él oraba, pidiendo a Dios que calmara la turbada mente de papá.

Pero los meses pasaban y Dios guardaba silencio. Había que hacer algo 
y era yo la que lo tenía que hacer. Al día siguiente me senté con la guía telefónica y llamé a cada una de las clínicas mentales que había en el libro. Expliqué mi problema a cada una de las voces llenas de simpatía que me contestaron. Justo cuando estaba perdiendo la esperanza, una de esas amables voces de
repente exclamó, "¡Recién leí algo que podría ayudarla! Déjeme ir a buscar el artículo..."

Escuché mientras ella leía. El artículo describía el sorprendente
 estudio hecho en una clínica geriátrica. Todos los ancianos pacientes estaban con tratamiento por depresión crónica. En todos ellos sus actitudes mejoraron en forma excepcional cuando se les dio la responsabilidad de cuidar un perro.

Fui a la municipalidad a ver los perros ofrecidos en adopción.
 Después que llené un formulario, un oficial uniformado me llevó a los corrales de los perros. El olor a los desinfectantes inundó mi nariz
cuando entré a las filas de jaulas. Cada una contenía de cinco a siete perros. Los había de pelo largo, enrulado, unos negros y otros con manchas que saltaban, tratando de alcanzarme. Los fui estudiando uno por uno pero los rechacé a todos por distintas razones, demasiado grande, o demasiado chico, o demasiado pelo, etc. Cuando llegué al último corral, un perro desde la esquina más alejada se paró con dificultad, caminó hacia el frente de la jaula y se sentó. Era un pointer, una de las razas aristócratas del mundo de los perros. Pero éste era una caricatura de la raza.

Los años habían puesto en su cara y hocico un poco de gris. Los huesos 
de sus caderas sobresalían en triángulos desiguales. Pero fueron sus ojos que atraparon mi atención. Calmados y límpidos, me observaban fijamente. Apuntando al perro, pregunté, ¿Qué me dice de éste? El oficial miró, y 
sacudió su cabeza, intrigado. "El es un poco raro. Apareció no se sabe de dónde, y se sentó en el portón del frente. Lo entramos, pensando que quizá alguien viniera a reclamarlo. Eso fue hace dos semanas y nadie ha venido. Su tiempo termina mañana". Hizo un gesto, como que no se puede hacer nada.

Mientras las palabras entraban a mi mente, me volví al hombre con
 horror... "¿Quiere decir que lo van a matar?" "Señora", dijo dulcemente, "Es el reglamento. No hay lugar para todos 
los perros que nadie reclama."

Miré al pointer otra vez. Sus calmados ojos marrones esperaban mi
 decisión. "Lo tomaré", dije. Y manejé hasta casa con el perro sentado en el asiento delantero a mi lado. Cuando llegué a casa, toqué la bocina dos veces. Lo estaba ayudando a bajar del auto cuando papá apareció en el porche del frente... “¡Mira lo que te traje, papá!” dije entusiasmada.

Papá miró, y puso una cara de disgusto. “Si yo quisiera un perro lo
 hubiera buscado. Y hubiera elegido uno mejor que esta bolsa de huesos. Quédate con él, yo no lo quiero.” Agitó su brazo despectivamente y empezó a caminar hacia la casa.

El enojo creció dentro de mí. Me apretaba los músculos de la garganta
 y sentía latidos en las sienes. “¡Es mejor que te acostumbres a él, papá, porque se queda con nosotros!”
Papá me ignoró... “¿Me escuchaste, papá?” Grité. A estas palabras papá se volvió enojado, con sus manos apretadas a sus costados, con sus ojos entornados con odio.

Estábamos parados mirándonos fijamente como duelistas, cuando de 
repente, el pointer se soltó de mi mano. Fue cojeando despacio hasta mi padre y se sentó frente a él. Entonces muy despacio,
cuidadosamente, levantó la pata delantera. La quijada de mi padre tembló mientras se quedó mirando la pata
 levantada. La confusión reemplazó la ira de sus ojos. El pointer esperaba pacientemente. De pronto, papá estaba arrodillado, abrazando el animal.

Fue el principio de una cálida e íntima amistad. Papá lo llamó
 Cheyenne. Juntos, él y Cheyenne exploraron el vecindario. Pasaron largas horas caminando por polvorientos caminos. Iban a las orillas de los rápidos ríos, a pescar sabrosas truchas, pasando largos momentos de reflexión. Incluso comenzaron a ir juntos a la iglesia los domingos, mi padre sentado en un banco y Cheyenne echado silencioso a sus pies.

Papá y Cheyenne fueron inseparables a través de los tres años
 siguientes. La amargura de mi padre se desvaneció, y él y Cheyenne hicieron muchos amigos.

Entonces, una noche, muy tarde, me extrañó sentir la fría nariz de
 Cheyenne revolviendo nuestras frazadas. Nunca antes había entrado a nuestro dormitorio en la noche. Desperté a Dick, me puse el salto de cama y corrí al cuarto de mi padre. Papá estaba en su cama, con una faz serena. Pero su espíritu se había ido silenciosamente en algún momento durante la noche.

Dos días más tarde, mi dolor se hizo todavía más profundo cuando
 descubrí a Cheyenne tendido muerto junto a la cama de papá. Envolví su cuerpo en la alfombra sobre la cual siempre había dormido. Mientras Dick y yo lo enterrábamos cerca de su lugar favorito de pesca, le agradecí silenciosamente por la ayuda que me había dado para devolver a mi padre la paz y tranquilidad.

La mañana de funeral de papá amaneció nublada y sombría. Este día se
 ve de la misma manera que yo me siento, pensé, mientras caminaba hacia la línea de bancos de la iglesia reservados por familia. Estaba sorprendida de ver la cantidad de amigos que papá y Cheyenne habían hecho, que llenaban la iglesia. El pastor comenzó su elogio del difunto. Fue un tributo para papá y para el perro que había cambiado su vida.

Entonces el pastor citó Hebreos 13:2. “No dejes de dar hospitalidad a
 forasteros, porque haciéndolo, algunos han recibido ángeles sin saberlo.” “Muchas veces he agradecido a Dios por haberme enviado un ángel,” dijo.

Entonces me di cuenta, y el pasado cayó todo en su lugar, completando
 un rompecabezas que no había visto antes: aquella amable y simpática voz que me leyó aquel artículo sobre el estudio en la clínica geriátrica. La inesperada aparición de Cheyenne en el lugar de los perros para adopción. Su calmada aceptación y completa devoción a mi padre y la proximidad de sus muertes.

Y de repente, comprendí. Me di cuenta que, ciertamente, Dios había
 contestado mis plegarias en busca de su ayuda. La vida es muy corta para hacerse dramas por cosas sin importancia, así que: 

RIE CON FUERZA, AMA CON SINCERIDAD Y PERDONA RAPIDAMENTE. VIVE
 
MIENTRAS ESTES VIVO. PERDONA AHORA A AQUELLOS QUE TE HACEN LLORAR.
QUIEN SABE SI TENDRAS UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD.

Comparte este correo con alguien. Puede que sea de ayuda a alguien que
 sufre. El tiempo perdido nunca se puede recuperar. 
Dios contesta nuestras plegarias a Su manera... no a la nuestra...
 

El hombre es milagroso en cuanto que puede transformar su pasado. Dr. Jorge Carvajal Posada



Algunos dicen “no se ocupen del pasado que el pasado ya no existe ”, pero el pasado está vivo, presente, doloroso, en cada una de nuestras células, frecuentemente, produciendo enfermedades. El problema del pasado es simplemente que haya pasado, que lo dejemos atrás como una estatua congelada. Pero al pasado hay que hacerlo presente vivo para transformar su historia, para leerlo en otro código, para interpretarlo en el código del amor, y cuando interpretamos el pasado en el código del amor, nuestras heridas de la infancia se sanan. Y ahí nosotros somos los psicólogos, los psiquiatras, podemos sanar nuestra vida; todos estamos llenos de dolores, y a veces de dolores absurdos, que cargamos en la vida sin ni siquiera reconocer que existen.
La técnica respiratoria es muy importante, sobre todo la fase de pausa respiratoria, ¿ por que razón ? Porque cuando tu respiras lentamente y haces una pausa en la inspiración, la energía del inconsciente y el subconsciente sale a flote, es decir se pregunta ¿ qué pasa aquí que no están respirando ?. En ese momento el inconsciente hace aflorar a la consciencia una parte a la que no habíamos tenido acceso, de la que éramos victimas pero que no habíamos reconocido nunca en la vida, y en ese momento podemos dialogar con el subconsciente y podemos sacar nuestras heridas mas profundas. Cuando hacemos eso podemos ir más lejos, así es como actuamos para la autosanacion.
Yo puedo decirme, por ejemplo, ¿ de dónde viene esta alergia ?, si tengo una alergia y quiero librarme de ella. La alergia es algo que rechazo, un virus, una bacteria, un hongo, el frio, el calor, pero eso no es del todo cierto, eso es quedarnos muy cortos. No hay personas que sean alérgicas solo al frio, las personas alérgicas al frio también tienen miedo a la soledad, tienen miedo al frio del alma, al frio en los sentimientos, a la frialdad del papa o de la mama, al desafecto, es decir, el frio es simplemente un símbolo. Cuando yo soy alérgico a algo, hay algo que rechazo o que temo.
Entonces si quiero cambiar mi alergia, reconozco mi alergia. Si sé que no reconozco mi alergia porque me hace sentir vergüenza, entonces trabajo con la vergüenza: ¿ que cosas en la vida me evocan vergüenza ? Luego experimento el sentimiento de la vergüenza y veo como experimento la vergüenza, a veces me pongo pálido y frio, otras veces me pongo rojo como un tomate, otra lo experimento como un vacío o como un hueco a nivel del plexo solar, la puedo experimentar de muchas maneras. Donde y como experimento la alergia, me da una idea de la parte de mi energía que está comprometida.
Vamos a ver otro sentimiento, el miedo, yo diría que la mitad de nuestros lumbagos son por miedo.
El miedo provoca más lumbago que todas las hernias discales, todos los problemas articulares, todos los problemas de columna, porque el temor hace que metamos, literalmente, el rabo entre las patas, cerramos el esfínter anal interno, a ese nivel, hay un centro de energía muy importante y, nos cerramos a la vida, contraemos toda la musculatura lumbosacra, esa parte queda mal irrigada y nos dan unos lumbagos terribles, y ese lumbago es el nombre clínico del miedo.
Si logro reconocer el núcleo del miedo, si logro observar mi cuerpo y veo que tengo los glúteos y toda esta parte contraída, si logro respirar hacia esa zona y liberar el sentimiento del miedo, y llamar al miedo y decirle “ tu eres la mejor parte de mi mismo, cuando asciendes y te revelas, eres mi prudencia, ya no eres miedo, sino que eres prudencia, eres parte de mi amor también ”. Cuando yo, a través de la respiración, logro ascender esa energía del miedo, y logro transmutarla al altar del corazón, que es donde realmente nace el hombre que puede sanarse y puede sanar la vida, entonces desaparece el lumbago.
Mi resentimiento, mi odio, frecuentemente, esta anclado en mis articulaciones. Yo estoy así totalmente rígido. A veces, con el puño apretado en la noche, inconscientemente, dispuesto a pegar y a agredir. Pues bien, ese dolor articular, es resentimiento congelado en esa parte del cuerpo.
Si logro experimentar ese dolor y asociarlo a mi sentimiento de ira y a mi resentimiento, y logro comprender que mi resentimiento es algo que se construye en el plexo solar, que bloquea la energía aquí y no permite a la energía acceder a mi corazón, ni a mi sistema inmune, puedo hacer mucho más que el reumatólogo, o puedo ayudarle mucho, para curar y sanar mi artritis, y yo soy responsable, no tengo que esperar que el reumatólogo me resuelva el problema.
La enfermedad es mi problema, no es el problema del médico, es mi responsabilidad, yo también tengo que ver con eso. La medicina no puede ser el arte de pasarle la pelota al médico, porque le pagamos.
La nueva medicina de la consciencia, es el arte de responsabilizarnos de nuestra vida, y de descubrir que realmente podemos hacer mucho por nuestra vida.
Frecuentemente, vemos que una persona con un cáncer ha tenido un shock, o una perdida afectiva muy grande. Si una perdida afectiva le produce un vacío existencial de tal dimensión que se vuelve un vacío de energía, y permite que las células degeneradas puedan invadirle, es porque estaba apegado, ese es el problema del apego que yo debo reconocer.
Si alguien se va y yo lo vivo desde el amor, desde el desapego, sé que su consciencia está conmigo, lo dejo partir, no lo amarro. Muchas veces, vemos a alguien al que se le muere el papa o la mama pero no lo deja partir, eso es literalmente cierto, se queda con parte de su energía anclada al plexo solar. Esa anclada energética puede crear crisis de pánico, de hipertensión, cosas violentas en la clínica. Si nosotros logramos que la persona se sane, es su alma la que lo sana.
El sanador no lo hace por el paciente, yo como sanador soy un imán que le doy la carga que su alma necesita, realmente, la sanación es rescatar la autonomía, la autogestión, y la libertad del otro, para sanarse.
La verdadera sanación es darte las herramientas para que tú, desde tu consciencia, te sanes, no desde tu consciencia racional, sino desde tu sentimiento, desde tu amor, desde tu afecto.
 
Frecuentemente cuando uno está haciendo una sanacion, ve que la persona, aunque no le haya dicho ni una palabra, empieza a llorar y a sacar su resentimiento, y luego siente una sensacion de paz, que no es mi paz, es su paz, es la paz de Cristo que tambien habita en la persona que esta siendo sanada. La paz esta ahi, ha estado siempre ahi, es parte de nuestra esencia, se trata simplemente de quitar todos aquellos apegos, aversiones, sentimientos, separatismos, toda aquella capa de ignorancia, para que la paz se revele tal cual es, y cuando la paz se revela, germina el amor, y cuando germina el amor la sanacion es posible, aunque lo que tenga sea un cancer, o un lupus.
Pero no te culpes si no lo logras, porque tu participas tambien en los problemas geneticos de la herencia, de la humanidad como grupo. Esto no es para creerse superman, uno puede ser muy orgulloso y decirse “ estoy triste porque no me cure el cancer ”, eso no es un fracaso, el cancer es un maestro, a veces aprendemos la leccion en una ocasion, otras veces necesitamos diez oportunidades, y otras necesitamos cien vidas tal vez, pero lo importante es aprender la leccion.
Uno no aprende medicina de un dia para otro, hay lecciones supremamente complicadas y dificiles.
Tambien nos diplomamos o nos especializamos en el alma, cuanto mas grande sea el desafio, mas grande es la oportunidad de crecimiento. Yo solo les he puesto un ejemplo de como podemos retomar nuestras emociones, identificar nuestras emociones, aceptarlas, no seguir huyendo de ellas, y asi poder transmutarlas.
Pero una vez que sentimos la emocion, hay una pregunta fundamental ¿ cual es la leccion que hay debajo de esta emocion negativa ? ¿ Cual era el mensaje, que me queria decir esta actitud y esta enfermedad ? Cuando yo no digo NO, en la vida, termino resentido y con ira, pero la ira no es el problema, la ira me esta diciendo que hay que aprender a reafirmarme diciendo NO.
La ira es la mejor estrategia de autoafirmacion. Cuando yo manifiesto la ira y la transmuto, esa ira se vuelve sanadora, es lo mejor de mi fuerza, mi ira barre y limpia la casa y hace las cosas mas rapidamente, ustedes han visto a un ama de casa que en su ira revolotea y el almuerzo esta hecho a las diez de la mañana.
Yo sabia cuando mi mama estaba iracunda, porque a las diez de la mañana mi casa estaba como un espejo. Es así, la ira es una forma de energía que se puede transmutar físicamente, el hecho de que la transmutemos físicamente, no resuelve la fuente de la ira, la fuente de la ira es la necesidad de autoafirmarse, y la necesidad de autoafirmarse es la necesidad de renunciar a la falsa complacencia.
Crecer espiritualmente no es decirle que si a todo el mundo. El crecimiento espiritual no tiene nada que ver con la bobada, perdónenme la expresión, pero ser espiritual no es ser bobo, y ser tolerante no es ser bobo, la tolerancia no excluye la autoafirmación.
 
La autoafirmación es condición del crecimiento espiritual. Así que yo tengo que descubrir la lección, debajo del evento negativo, porque el evento negativo no es sino la apariencia, la sombra. Pero esa sombra cuando la quito abre una puerta de luz, una lección que yo puedo aprender en mi vida.

EL PERRO


Soy médico veterinario, y fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandés de 10 años de edad llamado Belker ... lo examiné y descubrí que se estaba muriendo de cáncer y me tocaba llevar cabo el procedimiento de eutanasia ... Belker fue rodeado por la familia. El niño de 6 años, se veía tranquilo, y acariciaba al perro por última vez, junto a su familia y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. ..
 
Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el porqué del lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea más corta que la de los humanos. El niño de 6 años, que había estado escuchando atentamente, dijo: ''Yo sé porqué. - Dijo:
''La gente viene al mundo para aprender cómo vivir una buena vida, cómo amar a los demás y ser buenas personas, ¿verdad?'' El niño de 6 años continuó: 
''Bueno, como los perros ya saben como hacer todo eso , no tienen que quedarse tanto tiempo como nosotros.''
POR ESO:
- Vive sencillamente.
- Ama generosamente.
- Quiere profundamente.
- Habla amablemente.
Recuerda, si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
- Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
- Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
- Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea un éxtasis.
- Duerme la siesta.
- Estírate antes de levantarte.
- Corre, salta y juega todos los días.
- Mejora tu atención y deja que la gente te toque y acaricie.
- Evita morder, un simple gruñido sería suficiente.
- En días de sol, acuéstate de espaldas en el pasto.
- Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate a la sombra de un árbol.
- Cuando estés feliz, baila..
- Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
- Sé leal.
- Nunca pretendas ser algo que no eres.
- Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
- Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estas ahí..
¡DISFRUTA CADA MOMENTO DE CADA DÍA!

RECUÉRDALO SIEMPRE, COMO DECÍA MI ABUELA:
 
"EL PERRO TIENE MÁS AMIGOS QUE LA GENTE PORQUE
MUEVE MÁS LA COLA QUE LA LENGUA".

Cuanto más envejezco, más disfruto de las mañanas del sábado.(del blog mente cuántica)



Tal vez es la quieta soledad que viene por ser el primero en levantarse o quizá el increíble gozo de no tener que ir al trabajo…
De todas maneras, las primeras horas de un sábado son en extremo deliciosas.
Hace unas cuantas semanas, me dirigía hacia mi equipo de radio-aficionado, con una humeante taza de café en una mano y el periódico en la otra.
Lo que comenzó como una típica mañana de sábado, se convirtió en una de esas lecciones que la vida parece darnos de vez en cuando…
Déjenme contarles:

Sintonicé mi equipo de radio en banda de 20 metros, para entrar en una red de intercambio de sábado en la mañana.
Después de un rato, me topé con un colega que sonaba un tanto mayor.
Él le estaba diciendo a su interlocutor, algo acerca de “unas mil bolitas”.
Quedé intrigado y me detuve para escuchar con atención:
- Bueno, Tomás, -decía- de veras que parece que estás ocupado con tu trabajo.
Estoy seguro que te pagan bien, pero es una lástima que tengas que estar fuera de casa y lejos de tu familia tanto tiempo. Es difícil imaginar que un hombre joven tenga que trabajar 70 horas a la semana para sobrevivir.
¡Qué triste que te perdieras la presentación teatral de tu hija!
Continuó:
- Dejame decirte algo, Tomás, algo que me ha ayudado a mantener una buena perspectiva sobre mis prioridades.

Y entonces fue cuando empezó a explicar su teoría sobre las “mil bolitas”.
- Mira, me senté un día e hice algo de aritmética. La persona promedio vive unos 75 años, algunos viven más y otros menos, pero en promedio, la gente vive unos 75 años.
Entonces multipliqué 75 años por 52 semanas por año y obtuve 3.900 que es la cantidad de sábados que la persona promedio habrá de tener en toda su vida.
- No te distraigas y sígueme, Tomás, que voy a la parte importante. Me tomó hasta que casi tenía 55 años pensar todo esto en detalle.
Continuó:
- Y para ese entonces, con mis 55 años, ¡¡ya había vivido más de 2.800 sábados!!
Me puse a pensar que si llegaba a los 75, sólo me quedaban 1.000 sábados más que disfrutar.
Así que fui a una juguetería y compré todas las bolitas que tenían.
Tuve que visitar 3 tiendas para obtener 1.000 bolitas.
Las llevé a casa y las puse en una fuente de cristal transparente, junto a mi equipo de radio aficionado.
Yo seguía escuchando atentamente:
- Cada sábado, a partir de entonces, tomé una canica y la he tirado.
- Descubrí que al observar como disminuían las bolitas, me enfocaba más sobre las cosas verdaderamente importantes en la vida. No hay nada como ver cómo se te agota tu tiempo en la tierra, para ajustar y adaptar tus prioridades en la vida.
Ahora déjame decirte una última cosa antes que nos despidamos y lleve a mi bella esposa a desayunar…
Esta mañana, saqué la última canica de la fuente de cristal y entonces me di cuenta de que si vivo hasta el próximo sábado me habrá sido dado un poquito más de tiempo de vida y si hay algo que todos podemos usar, es un poco más de tiempo…
Me gustó estar en contacto contigo, Tomás, y espero que puedas estar más tiempo con tu familia.
Hasta pronto, se despide “el hombre de 75 años…”
Cambio y fuera, ¡Buen día!
Uno podría haber oído un alfiler caer al suelo en la banda cuando este amigo se desconectó.
Creo que nos dio a todos bastante para pensar.
Yo había planeado trabajar en la antena aquella mañana y luego iba a reunirme con unos cuantos radio aficionados para preparar la nueva circular del Club…
En vez de aquello, desperté a mi esposa con un beso,
- “Vamos querida, te quiero llevar con los chicos a desayunar afuera”.
- ¿Qué pasa? – preguntó ella sorprendida.
- Nada; es que no hemos pasado un sábado junto con los chicos en mucho tiempo.
- Por cierto, ¿podemos parar en la juguetería mientras estamos fuera? Necesito comprar algunas bolitas…

Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde…
A tomar café corriendo porque estamos atrasados…
A comer un sándwich porque no da tiempo para comer a gusto…
A salir del trabajo porque ya es la tarde…
A cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día…
A esperar el día entero y oír en el teléfono: “hoy no puedo ir”…
A sonreír a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta…
A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos…
A sentarnos en la fila 1 del cine y torcer un poco el cuello porque estaba lleno…
A mojarnos sólo los pies y sudar el resto del cuerpo porque la playa está contaminada…
A pensar en el fin de semana porque el trabajo está duro…
A dormir todo el fin de semana porque siempre tenemos sueño atrasado…
¡¡¡ Nos acostumbramos a ahorrar la vida..!!!
Que poco a poco, igual se gasta… y que una vez gastada, por estar acostumbrados, nos perdimos de vivir.
Alguien dijo:
“La muerte esta tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja”
Si fuiste capaz de leer hasta acá, es posible que necesites releer alguna frase.
No importa si es el principio, y lo mejor es que todavía tienes tiempo,
no importa cuanto, es el que tienes y cada día merece ser vivido sin ahorrar VIDA.
Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes.
ALBERT EINSTEIN

DANZAS CIRCULARES


Las danzas sagradas en círculo fueron una idea en el corazón de Bernhard Wosien en los años 70. Muchos hicimos eco de su llamado interior y al darnos la tarea de promover la paz a través de la Danza en Círculo ésta se abrió camino y formó su cuerpo vivo.  
Las danzas nos permiten llegar a estados de profunda conexión con nuestra esencia individual y colectiva, son un vehículo de paz y sanación muy poderoso.  Su sencillez y espontaneidad hacen que sean accesibles a personas de todas las edades, más allá de las ideas, las creencias o la cultura.
La música del mundo, las danzas tradicionales y los movimientos arquetípicos nos conectan con las raíces de la humanidad y el inconsciente colectivo; compartir danzando en círculo nos contacta con la Tierra y con las dimensiones sutiles.

DOLORES MUSCULARES... Lise Bourbeau



Bloqueo Físico:Los músculos son órganos formados por tejidos que aseguran las funciones de movimiento al contraerse a voluntad del individuo. En esta definición no me refiero a músculos independientes de la voluntad humana (como el músculo cardíaco por ejemplo). Los problemas musculares mas comunes son los DOLORES musculares o la DEBILIDAD muscular. 

Bloqueo Emocional: Los musculos hacen posible el movimiento de las extremidades, por lo que todo problema muscular indica una falta de motivación y sobre todo una falta de voluntad para ir hacia donde la persona desea.

Bloqueo Mental: No es tu debilidad o dolor muscular la que te impide moverte, sino tu debilidad interior, ocasionada por un miedo a llegar a tu meta. Tu cuerpo te dice que avances, que vuelvas a establecer contacto con tu voluntad y que tienes todo lo necesario para lograrlo. No te queda mas que volver a tomar conciencia de tu fuerza interior. Deberás hallar una buena razón que te motive a fin de volver a dirigirte hacia lo que realmente quieres. 

Bloqueo Espiritual:Para conocer el bloqueo espiritual que te impide responder a una necesidad importante de tu SER, utiliza las siguientes preguntas. Las respuestas a estas preguntas te ayudaran a precisar la verdadera causa de tu problema físico. 

Preguntas: Bloqueo Mental: ¿Que adjetivos pueden describir mejor lo que siento en mi cuerpo? 
La respuesta representará lo que sientes ante la persona o la situación que ha desencadenado el mal. 

Emocional: ¿Qué me impide realizar esta enfermedad? 
Tus respuestas representan al deseo o los deseos bloqueados. 

¿A que me obliga esta enfermedad? 
Ejemplo: Me obliga a estar inactiva, en cama.

Retoma esta respuesta (s) y agrega la palabra "no" al principio de cada una de ellas. Estas frases representan tus deseos bloqueados. 
Por ejemplo: No me obliga a estar inactiva, en cama.

B. Espiritual: Si me permitiera este o estos deseos, ¿que sería?.
Utiliza los deseos encontrados en la etapa anterior: La respuesta a esta pregunta corresponde a una necesidad profunda de tu ser bloqueada por alguna creencia. 

B.Mental: "Si en mi vida me permitiera ser ... (respuesta anterior), ¿que podría sucederme de desagradable o de no aceptable?. 
La respuesta a esta pregunta corresponde a la creencia no benéfica que bloquea tus deseos y te impide realizar tu necesidad, creando así el problema físico. 

Transcripción del libro: "Obedece Tu Cuerpo, Amate". Lise Bourbeau. 

Un mensaje que hará trascender tu dualidad y entender más el camino de Luz

Mensaje original canalizado por Cristina Di Martino  Recibido en día 3/11/11
Yo soy el Padre Pio, estoy aquí y vibro en conciencia de Amor para traer un mensaje que hará trascender tu dualidad y entender más el camino de Luz.
Tu eres un ser corriente, eso es lo que piensas, pero en verdad eres un Gran Ser que vino a esta Tierra a manifestar la Unidad ,
para ello pasan primero por la dualidad, que no es más que la ilusión de no ver la realidad.
Todos somos Uno y muchos se preguntan el por qué de las enfermedades, las vicisitudes, los cambios bruscos y sentir que ya no quieres estar aquí.
Te contesto con una sola frase: Todo es Amor, y por supuesto tu estas pensando... no entiendo..., Te explicare.. cada cosa tiene un porque
Cada cosa que te acontece tienes que lograr integrarla y reconocer que siempre hay un bien oculto en ella, entonces, ese momento es el momento preciado en que reconoces que has venido a saltar vallas para saltar las vallas de la humanidad toda.
Todo es asequible, todo tiene un porque, y tu lo estás transitando, porque antes de encarnar pediste ayudar y para lograr eso tienes que ayudarte,
la misión esta en ti, en no desequilibrarte por cosas mundanas; la matriz es cosa mundana, la realidad es lo que está oculto en élla.
Entonces, desde ahora, cada vicisitud que pases en ti , Amala, Reconócela y Renácelapiensa que todo está oculto detrás del velo de la ilusión misma,
Amala, Reconócela, Intégrala y Libérala para trascender eso en ti mismo
y así elevar la Conciencia de Unidad. Cada cosa que pasa en ti es como un grano de arena que se comunica con todas las playas que hay en la Madre Tierra y tiene la Unidad en si, esto es así
si tu Amas lo que te pasa y no te indignas por cada situación, entonces comienzas a reconocer que tienes que transformarla, si logras esa transformación y la Hermandad de tu cuerpo, entonces lograrás que en ti toda ilusión se ilumine y se transforme.
Ilusión es todo lo que no te hace sentir bien, todo lo que no te hace sentir entero, todo lo que hace que dejes de sentir Amor.Entonces Bendice, Ama y Amate, y sobre todo, Ama e Integra en ti todo a sabiendas de que, lo que es ilusión, se irá de ti.
O por qué piensas que alguien que cree que algo lo puede hacer partir eso mismo es lo que pasa? Esa es la ilusión que esa persona crea en si misma.
Imagínate ahora a esa persona solo creyendo que eso es ilusión y entonces la transmuta con Amor, porque reconoce que es solo una ilusión y al hacerlo se bendice a si misma por la perfección que tiene en si para lograr la perfección en el otro y llegar a lograr  la Unidad del Uno solo piensa... qué pasaría...?
Entonces a partir de ahora, toda pena, toda manifestación de no perfección reconócela como parte de la Unidad , intégrala como parte de Dios y así se transformará  y al transformarse en ti, la transformas en parte de la humanidad misma, esa es la Unidad.
Solo los que quieren vibrar en esta energía de Amor la iluminarán.
No te enojes, se humilde, siente que puedes vibrar en Luz e Ilumina y comienza a saber que todos somos un grano de arena de una gran playa llamada Dios.
Te Amamos por lo que eres, de este y del otro lado del velo. La Unidad se debe comenzar a entender y también que tu no eres parte de la ilusión, sino de Dios.